La empresa de fibra óptica Redatel, impulsada por tres compañeros de curso del programa Urratsbat con el apoyo de Seed Capital Mikro como medio de autoempleo, logra abrirse hueco en el mercado en apenas tres meses
La actual coyuntura económica ha obligado a muchas personas, por pura necesidad de supervivencia, a reciclarse profesionalmente. Les ha tocado vivir la dura experiencia de presenciar el cierre de su empresa o el de las firmas para las que trabajaban y quedarse, en un abrir y cerrar de ojos, en paro. Por ello, muchos han decidido cambiar el rumbo. Buscar otras oportunidades de negocio; en definitiva, reciclarse y explorar nuevos mercados para salir airosos de esta crisis económica. Así nació Redatel.
Filiberto, Javier y Felix, joyero, empresario y empleado en diferentes empresas, respectivamente, son un fiel ejemplo de ello. «Te ves con 56 años y sin trabajo y es muy duro. Un amigo me descubrió la fibra óptica, vi las posibilidades que se abrían en este sector y decidí apuntarme a un curso en el Instituto de FP de Txurdinaga, donde conocí a Félix y Javier, compañeros de clase y ahora mis socios en la empresa«. Contaron con la colaboración del centro y del programa Urratsbat que busca desarrollar, entre los alumnos, el «espíritu emprendedor».
Período de aprendizaje
«Quiero hacer el curso porque quiero montar una empresa de esto«, fueron las palabras de Fili a Imanol Pagola, dinamizador del programa Urratsbat. Han pasado de no saber leer un plano a contar con clientes importantes para los que ya trabajan desde el pasado mes de diciembre, cuando echó a rodar la empresa Redatel, SL. «Normalmente sale una empresa de cada diez proyectos porque muchos ignoran lo que implica ser empresario. No solo vale la idea y pensar en subvenciones. La máxima dificultad es el trabajo personal que hay que hacer para plasmar la idea y hacerla realidad«, relata Imanol.
Búsqueda de financiación
Con las instalaciones a su disposición y las herramientas para realizar las primeras pruebas, Fili se dedicó durante más de un año a trabajar el proyecto. «Buscar el capital es lo más difícil. La inversión necesaria para montar una empresa de fibra óptica -nos cuenta Fili- es muy grande. También es muy complicado desarrollar el proyecto en papel. Son muchísimas horas de trabajo; yo vivía prácticamente aquí, en el centro. Hacer realidad un proyecto requiere de mucho trabajo de previsión, de controlar al máximo el riesgo. No es un camino fácil. Es fundamental rodearse de personas con criterio que te puedan ayudar, asesorar y hacerte ver las dificultades que te vas a encontrar en el camino, que son muchas y variadas«. Conseguido el primer préstamo para echar a rodar el proyecto siguieron buscando nuevos y buenos compañeros de viaje. «Nosotros los tenemos; además del apoyo del centro y del programa Urratsbat, se ha sumado Seed Capital Mikro con un préstamo sin necesidad de avales, solo con el plan de negocio. Entre todos, nos aportan estabilidad y refuerzo institucional«.
Impacto social
Tras los primeros pasos, el reto es ahora afianzar el negocio. «sobrevivir» -recalca Fili-. Buscan posicionarse y seguir creciendo en un sector con un mercado muy amplio. «Tenemos trabajo, cosa que antes no. Estamos en el camino, tenemos que ajustar muchas cosas. Ahora muchas familias dependen de nosotros y ese grado de responsabilidad nos obliga a seguir aprendiendo y mejorando«. La meta de estos tres nuevos emprendedores es ser los más productivos en el menor tiempo posible. En apenas tres meses, ya han dado trabajo a siete personas y ven con optimismo la posibilidad de ampliar esa cifra con el paso de los meses. «Lo importante es tener claro qué quieres y dónde hay nicho de negocio«. Las perspectivas de trabajo para los próximos años son buenas. «Garantizado, hay para cinco o seis años porque hay que cambiar todo el cobre por fibra… pero existen más campos para explorar. No puedes acomodarte». El saber no ocupa lugar y aprovechan cualquier curso o experiencias de otros para seguir incrementando sus conocimientos. Consideran clave que todos en la empresa sepan realizar cualquiera de sus trabajos. «Si salen cursos que nos ayuden a contratar a nuevos empleados para Redatel, nosotros encantados».